¿ Por qué cerrar mi terraza ?
Los espacios exteriores son, más aún desde la pandemia, un valor añadido en cualquier propiedad. Sin embargo, hay muchas razones por las que cerrar una terraza puede ser una gran decisión. Lejos de cercenar la libertad que proporciona el contacto con el exterior, un buen cerramiento puede mejorar las condiciones, no solo de la propia terraza, sino también del interior.
Patios, jardines, terrazas, balcones… Los espacios al aire libre han sido, tradicionalmente, un valor añadido para cualquier propiedad
Además de controlar mejor la temperatura, otro de los motivos más habituales para cerrar la terraza es mejorar las condiciones de ruido del interior. Un buen aislamiento no solo protegerá los interiores ante las oscilaciones térmicas sino que es una barrera perfecta contra la contaminación acústica.
¿No tienes intención de renunciar a parte del encanto que proporcionan las terrazas totalmente abiertas? Incluso en estos casos, hay motivos por los que cerrar, al menos una parte, puede ser una gran decisión. Colocar cortinas de cristal es una forma de establecer una barrera entre el interior y el exterior que, a la protección frente al ruido o las variaciones térmicas, puede sumar su contribución a mejorar la limpieza. Sí, como lo lees.
Un cerramiento acristalado minimizará los efectos del viento, la lluvia y demás agentes externos en tu hogar o, lo que es lo mismo, contribuirá a que se ensucie menos.
Cerrar la terraza supone añadir una protección extra, no solo a los interiores, sino a la propia superficie exterior que, en estos casos, multiplica sus posibilidades. ¿Por qué no colocar un comedor exterior? Hay muchas opciones y gracias a tu cerramiento no tendrás que preocuparte de que las condiciones climatológicas adversas dañen tu mobiliario exterior.